Así podría denominar  nuestros alojamientos. Independendientemente de que esta empresa me resulte espesa en toda su cadena de valor, debo reconocer que su máxima de las tres Bes, funciona: Bueno, Bonito y Barato. Durante los últimos meses he ido muchas veces, hemos comprado muchas cosas, y debo reconocer que muchas personas se identifican con el modelo Ikea para sus casas, oficinas, etc. Es más, creo que los clientes valoran muy positivamente el que una casa de turismo rural, tenga cosas de Ikea. Evidentemente, debe llevar muchas más cosas que productos made in Ikea.

Nuestros alojamientos tienen esas tres Bes de Ikea. Y tienen estas tres porque la competencia del Turismo no ya rural, sino de cualquier tipo de turismo exige que el cliente tenga:

1: Precio asequible. El precio será un elemento importante a tener en cuenta en los próximos años.

2: Calidad: El cliente cada día conoce más y como consecuencia valora más. La valoración de este parámetro es cada día más exigente.

3: Gusto por lo Diferente: A todos nos encanta hacer, vivir, o tener algo diferente. Lo diferente nos hace socialmente más representativos y necesitamos tener vivencias que impliquen esa diferencia. Es evidente que para que tengamos vivencias diferentes, la mayoría de las veces es necesario visitar ubicaciones en las que los creativos expresen todo su gusto por lo diferente, y eso es lo que muchos queremos vivir en el poco tiempo de ocio que tenemos.

Esto es lo que hemos tratado de plasmar en nuestros nuevos alojamientos, y eso es lo que esperamos que vosotros viváis en vivo y en directo.

Hace un mes, la periodista Graciela, responsable del programa Asturias Emprende de Telegijón, y la cámara Aida, me entrevistaron en nuestros alojamientos. El foco principal era el lanzamiento de nuestra franquicia Ruralavalue, sin descartar  mi opinión sobre el turismo rural y su futuro. Fue un rato muy agradable, en donde te das cuenta lo que las cámaras impresionan. Ambas desarrollaron su trabajo de forma cordial y muy interesadas de que en un pueblo como Antrialgo se desarrollaran nuevas iniciativas. Me habían pasado un DVD que pesaba tanto que para subirlo a youtube y que lo pudiéseis disfrutar, era necesaria la colaboración de Pedro Vila. Esta es la entrevista y espero que os resulte interesante.

Años 90: pocas casas de turismo rural. Poca oferta, y a la vez poca demanda. Año 00: muchas  casas de turismo rural. Mucha oferta y mucha demanda. En el primer caso, los mayoristas eran muchos y todos comprábamos en esa tienda tradicional o de proximidad. En el segundo, son muchos menos, más agrupados, con más fuerza y conscientes de lo que supone Internet para su negocio en el futuro.  Los clientes que estamos detrás de ese mostrador, sentimos que cuando nos vienen a ofertar, tenemos muchos escaparates en donde estar, pero empezamos a desconocer cual es el precio mejor.

En los años que quedan por venir, los mayoristas seguirán agrupándose, y buscarán el turismo rural porque  no deja de ser un canal de venta interesante para ellos. En la nota del pedido, no es el crucero, pero aunque un grano no hace el granero, ayuda al compañero. El cliente ya empieza a presionar a este canal con los precios, y el mayorista tiene su porqué en el mismo. Sería deseable que aún más, los mayoristas echaran un ojo a su «almacen» y reconocieran si no es cierto que una buena parte de los pedidos que reciben son de turismo rural. Si lo tuviesen más en cuenta, estoy seguro de que lo incorporarían más a su estrategia, y de que sus vendedores lo ofrecerían como la categoría que más rentabilidad puede aportar a su cifra de negocio.

Aún a riesgo de que su magnitud en volumen y valor fuera imporante, los empresarios de turismo rural, veríamos en este giro empresarial, una opción muy interesante para el desarrollo de esta categoría. ¿Y si el precio lo ponen ellos?. Bien, a cambio de alquilar tu negocio contínuamente, podrías dejar a tu cliente final en peores condiciones por la presión de este mayor, aunque también es cierto que el producto, o sea , el turismo rural, puede llevar unos adicionales para el cliente final que no debe llevar para los mayoristas. Es cuestión de darle a cada canal, lo que crees que puede serle más rentable, sin que canibalice la otra propuesta. El mayorista y el cliente final compran. Tú eres el encargado de ofrecer a cada uno lo más interesante en cada momento, sin que ambos choquen en su negocio. Así no dejarás ningún pedido , digo alquiler en el camino.

Los formatos de venta en cualquier canal, exigen un mercado que asuma la venta del mismo. Es evidente que no se venden los mismo formatos de un producto de mass market, por ejemplo, en USA que en España. La diferencia es la mentalidad existente, el ahorro sobre un pack mayor y la ubicación en un lineal por parte del consumidor. Pero sobre todo la capacidad de las empresas de crear el modelo necesario par esa demanda. El formato de venta de turismo y su compromiso, viene por el posicionamiento de los touroperadores extranjeros en las bolsas internacioanles.

Nuestro mercado, no es un mercado como el Inglés o el propio Usa. En turismo rural, muchos empresarios tienen poco producto y eso hace que no sea visto en el lineal por los touroperadores. Solución: seguir invirtiendo para conseguir un mayor número de tiendas, digo de alojamientos rurales capaces de captar el atractivo de dichos gigantes.

El formato Usa es muy interesante y economiza bastante la categoría. De hecho, en la última bolsa de contratación, veo una mayor afluencia de touroperadores de este país. Habría que logra el compromiso de que vieran el turismo rural como un importante recurso para sus ventas. Siempre estuve al tanto de estas bolsas, pero al tener anteriormente pocos alojamientos, no te prestaban atención, o sea no eras visible en tu formato de venta, y su compromiso era 0. Ahora, con más alojamientos, nuestro potencial crece, tenemos más visibilidad, y nos adaptamos a otros formatos de otros países.

Con esto quiero dejar claro la importancia de crecer para aumentar nuestra competitividad en estas bolsas, donde hoteles, campings, y demás familia, acuden con toda su infraestructura. También sería justo que tanto nuestra CCAA, como las Asociaciones, les hiciesen copartícipes de no solo visitarnos unos días, sino de CONSIDERAR NUESTRO LINEAL, O SEA NUESTRA CASA RURAL, parte de su crecimiento rentable en los próximos años. Ha llegado el momento de adaptarnos a los nuevos formatos del mercado por lo que a ahorro toca, pero también ha llegado el momento de buscar compromisos y demostrarles a los touroperadores cuánto cuesta colocar un producto en nuestro lineal, porque nuestra fuerza futura, está en nuestra capacidad para que nos vean rentables desde el primer momento y de que hasta la tienda, digo casa más pequeña,  sea un suculento escaparate para ellos.

Son dos conceptos que cada día tienen más vínculos. Ya no es necesario ser un especimen tecnológicamente hablando para vincularlo al turismo y trabajar a través de los conceptos que la tecnología ofrece. El verde y la tecnología se unen para promover un desarrollo mayor del Turismo y una mayor integración del turista en el medio. No se trata de un Green Travel 2.0. Se trata de adaptar tu desarrollo a las nuevas tecnologías y vincularlo con una necesidad del cliente futuro, o sea, la vaca y el Wifi, 3G, y toda la parafernalia tecnológica, es cada día menos raro y más necesario.

Hace años, existía la opinión de que ofrecer tecnología en el medio rural, era prescindir de lo auténtico. Ahora, una buena parte de los alojamientos tienen tecnología, pero sigue faltándoles el aspecto de interacción social en el tiempo. Se trata de que lleves ese verde a ese ámbito Geek, de por vida. Que lo inmortalices y hagas copartícipe de ello a tus clientes. En estos momentos, se empieza a considerar este desarrollo como parte de la estrategia empresarial online, y los clientes necesitan y te demandan ese contacto tecnológico.

Lo verde está muy bien, pero lo geek también. Mi experiencia me dice que a nuestros clientes les interesa formar parte del proceso, no pasar de puntillas por el mismo. Es muy importante vincularlos a la tecnología y hacerlos promotores de todo lo que implica una web online: intercambiar fotos, grabar vídeos, e incluso tratar de seguirlos y viceversa a través de twitter. Esto no es ser raro, es simple y llanamente la apuesta social del momento.

Además, la tecnología no suple nada en esta importante cadena de valor, simplemente potencia lo existente. Tendrás que tener marcas de calidad. Tendrás que recibir a tus clientes en la puerta del alojamiento. Tendrás que darles un detalle de bienvenida. Tendrás que recomendarle los mejores restaurantes. Todo eso habrá que seguir haciéndolo, pero como cada vez las exigencias son mayores, hay que buscar en los «inventos» tecnológicos, la mejor plataforma para desarrollar el negocio de turismo rural. Y nada mejor para ello que empezar a considerarte ,se dice ¿Friky?, en un nuevo escenario en el que por suerte o por desgracia, tus clientes van por delante. Así que, ánimo, no te sientas raro….

Recibo el informe anual de la marca Aldeas, en el que hemos obtenido una puntuación de 93.6% sobre 100. No está mal, más bien, es un muy buen resultado para nuestros alojamientos. El no haber obtenido casi el 100%, es la respuesta al teléfono de: Campón de Antrialgo, buenos días/tardes, le habla…. . Esto que es normal en cualquier establecimiento hotelero, no es muy habitual en turismo rural. Y que nadie se confunda, no es cuestión de profesionalidad, es cuestión de que la mayoría de empresarios de turismo rural tenemos varias actividades y es muy difícil crear una marca única para todos tus negocios.

Entiendo que es muy agradable a la voz del emisor, que el receptor le hable en un tono asociado a la pregunta en cuanto al contenido del mensaje, pero también entiendo la dificultad de que personas que tienen varios negocios de distinta índole, puedan contestar con una marca a cualquier llamada a ese teléfono. Alcanzar casi un 94% es un alto porcentaje en nuestra defensa de todos los componentes de la marca. Quedarnos a las puertas de ese 100% por el nombre y los buenos días, creo que penaliza en exceso el desarrollo de la visita en sí.

Y lo penaliza, porque el turismo rural tiene un posicionamiento más cercano que el hotelero. Y lo penaliza, porque el empresario de turismo rural no está en una misma ubicación constantemente. Y lo penaliza, porque el que contesta al teléfono en turismo rural es casi siempre el mismo/a. Y lo penaliza porque la marca de un alojamiento en turismo rural, no se graba en la retina de los clientes, como la de un hotel, en la que el nombre del mismo es un aspecto prioritario en la reserva del cliente.

Es evidente que los Alojamientos Rurales, deben tener otros tratamientos en las auditorias, porque es evidente que los clientes no valoran los mismos indicadores que en un establecimiento hotelero, y sino ¿vosotros como clientes valoraríais que os contestaran al hacer una reserva de esa forma?

Me pasa Jorge Ramos de Impronta Comunicación, el artículo de la empresa Ocio Dinámico sobre lo que ahora se llama Slow Travel. A través de dicha forma de viajar, apreciamos más en esencia las cosas que nos rodean, para evitar que todo lo que se refiere a turismo, tenga connotación a scanner de aeropuerto, teléfonos móviles echando humo, varios destinos en un breve espacio de tiempo, y una situacion estresante que acompaña a una gran parte de los turistas o viajeros. Es el disfrute del viajero que no del turista.

Esto es interesante, pero en Turismo Rural ya ocurre hace años. La esencia de este negocio pasa por la cercanía y la autenticidad que refleja no solo el medio, sino las personas que trabajamos en este sector. Hace ya años que el Turismo Rural va en aumento y eso es debido al interés de muchas personas por desconectar de su estresante vida diaria, aunque no es un target mayoritario, o sea, personas de edad entre 35-55 años, las cuales consideran el turismo rural, un lugar idóneo para recuperar su situación social y familiar, rota en las ciudades.

Si existen muchas personas de edad por debajo de esos 35, que empiezan a ver al turismo rural como un centro de convivencias a un precio mucho más razonable, y a lo que colabora el hecho de poder divertirse sin tener que coger un coche durante el fin de semana. Todo ello, hace que el hecho de entrar en un pueblo te haga parar y empezar a replantearte tus días de una forma más relajada, pero no por ello, debes dejar de estresarte buscando rentabilizar muy bien tus vacaciones.

La sociedad del ocio y el trabajo ya no se separan. Si te relajas en exceso en tus vacaciones, perderás la posibilidad de ver muchas cosas, a la espera de otro momento. Este otro momento, es cada vez más complicado de tener porque el ritmo de hoy día no te lo permite. De ahí que muchos intercalemos vacaciones en el medio rural y en el medio urbano. Viajar despacio es bastante difícil, aunque reconozco que en el medio rural estamos más predispuestos a ello por el entorno.

Vivo en Oviedo y podría ser perfectamente una Slow City, por sus calles peatonales, sus parques, ambiente tranquilo, y convivencia en general, y si tuviera que estar de vacaciones, sería tan estresante como cualquier ciudad del mundo. Es muy difícil ir despacio en un lugar donde todo el mundo va de prisa, al igual que es muy difícil ir deprisa en el entorno rural, en donde todo el mundo va despacio.

Estoy de acuerdo en qué una imagen vale más que mil palabras, y el fijarla con la mirada resulta una vivencia incomparable, pero todos tenemos la sensación de que hay que ver mil imágenes en cada visita, y sin cámara……, o sea, tecnología, lo dudo.