Síndrome de Estocolmo en Turismo Rural(II parte)
Hace algo más de un mes, colocaba en Twitter un SOS: Tengo una de las casaspara alquilar a dos familias interesadas, Madrid o Córdoba. Debo reconocer que en el trato boca-oido, me parecía más interesante alquilar a Códrdoba, quizás porqué mi oído tenía una percepción diferente en cada conversación. Como me gustan mucho las redes sociales, coloqué en Twitter la pregunta que más de uno me contestásteis, y la respuesta fue unánime: Córdoba. La explicación, radicaba en la carencia de tiempo que tiene alguien del Sur en desplazarse a Asturias, argumento de gran solidez. Madrid,está en la mitad y pueden escapar en cualquier momento.
Pues hete aquí, que hice todo lo contrario, no atendí a las peticiones y las cosas salieron al revés. Tengo un…pequeño?. Si, pequeño síndrome de educación y rentabilidad o al revés en este caso, y espero que lleguen nuevos clientes. Supongo que esto pasa en los hoteles, cuando uno destina parte de sus efectivos a clientes que a priori sabes que te van a salir chungos, como diría un castizo.
No hay ninguna región ni mejor ni peor, somos las personas las que hacemos diferentes los momentos. En este caso, ni me dejé guiar por mi intuición que siempre lo hago, ni dejé que las redes sociales hablaran por mi. Craxo error. Quizás, a partir de ahora, someta a todos mis amigos, followers o la red que sea, al «castigo» de ayudarme a decidir a quién alquilar en caso de duda.
Mientras tanto, me pongo en la piel de una cadena hotelera, recibiendo cantidad de reservas, o de una central online, en la cuál siempre esperas tener el buen lugar para el buen cliente. Creo que es muy difícil, pero debemos tener en cuenta las redes sociales para decidir temas no urgentes, y que quizás nos ayuden a no equivocarnos en nuestro interés por conseguir el bienestar del viajero o turista, y no el alquiler a cualquier precio. Seguiré con este tema, porque es bastante interesante y puede dar opciones de lo rentable-alquiler-deseable en el futuro, basado en las redes sociales. Este es un diálogo con mis clientes, pero virtuales.