Hace años, el producto turístico solo se podía vender en determinadas ubicaciones. Estas, gestionaban tu destino como si de tu único balón de oxígeno se tratara. Luego, Internet nos acercó y las ubicaciones pasaron a mejor vida en una gran parte. En una economía simple, antes hacías:
1. Ir a una agencia a contratar unas vacaciones.
2- Viajar con tus padres.
3- Solo una vez al año.
4- Destinos nacionales.
5- Seguir trabajando y ahorrar para el próximo año.
En una economía global:
1- Utilizar internet para buscar tus vacaciones.
2- Viajar solo o acompañado.
3- En cualquier época del año.
4- Cualquier destino.
5- No saber si el próximo año podrás viajar.
Resumen: En una economía global, es fácil que ocurra una transformación como la que arriba expongo. Lo difícil es comprender cómo cuando una empresa turística era un ente prestigioso para todos los que deseábamos vacaciones, se ha convertido ahora en un producto difícil de encuadrar. Internet es el canal que pudo contribuir a romper barreras, pero no implica una liberalización del sector en forma de que el cliente sea quien decide el destino de una empresa. Esta liberalización brutal de todo, implica una mayor economía de escala que no beneficia en nada al turismo.
El hacer exclusivo un producto, mantenía a raya los canales, reportaba márgenes, y creaba empleo. Al dejar de ser exclusivo, todo se vende en todos los lugares, ya no existen márgenes y empiezan los ERES. ¿No habremos contribuido con el uso de La Internet, a un desmesurado espectro destructivo de los valores que sustentan la mayoría de los negocios, incluido el turístico?.
Juan Otero
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4 Comentarios
Mira que le doy vueltas y vueltas a este post, y no termino de entender que quieres decir,
Bajo mi punto de vista estas mezclando cosas, que aún que puedan tener cierta relación , no necesariamente son causa-efecto.
Acepto que la “desaparición” de la intermediación pueda hacer daño a las empresas que vivian de ello, pero tambien permiteme decir que dichas empresas son cómo “parásitos”, si no han sabido aportar un valor añadido que les permita seguir en el mercado.
No quiero faltar al respeto a los intermediarios, pero ojo, si el mercado ha sabido espabilarse para saltarlos, son ellos los que no han sabido adaptarse al mercado, y ofrecer “algo” que los haga, una vez mas, necesarios.
Como te comenté en Twitter, tu compras la leche al ganadero, ¿por que será?, debemos hablar de calidad, de precio, de sabor, de trato personalizado…. Si un intermediario me aportara esto a la puerta de casa, yo te aseguro que le compraria la leche a el, ahorrandome el camino de ir a buscarla,….
démosle un par de vueltas mas , ¿te parece?
Juan siento lo mismo que le pasa a Andreu, no puedo comprender bien el sentido de tu post de todas maneras creo que internet es solo una vía de acercamiento y en la cual el cliente aprovecha cómodamente y sin perder tiempo en tener que acercarse hasta una agencia de turismo. Sin embargo la frustración y la perdida de valores llega cuando el cliente contrata servicios y se encuentra con una imagen distinta a la que él se imaginó cuando vio el sitio o la publicidad en internet.
@Andreu @Matías Ultimamente, yo tampoco me entiendo. En fin, espero que la crisis turística, no tenga su origen en Internet, entre otras cosas, y es que a veces resulta difícil asimilar que hemos ido obligando al distribuidor a tener los productos que cuatro querían que tuviesen cuando la mayoría no era lo que demandaba.
Abrazos
Juan
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