Diálogos con mis clientes
A veces, la terapia viene bien. Puede ser ocupacional o lúdica, pero en cualquier caso merece la pena. Hoy me dí cuenta a través de la conversación con Pedro Larrauri, de que la sidra podría derivar en un nuevo método de curación terapeútica.
-Después de enseñar las casas a Pedro, su familia y amigos, le pregunto a dónde va a comer, y me dice.
– A casa de Mingo.
-Hombre, se come bien, pero acuérdate si quieres que en el pueblo podéis compra una caja de sidra, y luego devolver los cascos, y es que eso de tomarte una botellita, o doce de sidra al atardecer…..
– Rápidamente salta su mujer diciendo: Juan, eso me parece sidraterapia.
– La palabra es la primera vez que la oigo en mi vida, y es verdad que la sidra es un buen elemento terapeútico. No conozco a nadie que no haga amigos con la sidra, que no se divierta con ella, que no pruebe una tapa de algo mientras la bebes. Es una bebida terapeútica: ocupacional, porque en Asturias es un elemento básico ya no para la hostelería, sino como símbolo de lo que es nuestra región, y es terapeútico porque siempre hay un momento para disfrutar de tan excelente bebida.
Así pues, habrá que pensar en llenar las bañeras de sidra, ducharte con sidra, pasear sobre botellas de sidra, y todas estas formas de entender el relax que de un tiempo acá está cambiando nuestra forma de entender el turismo.