Parece ser mi frase ideal, pero tal como avanzan las cosas, creo que lo global tendrá problemas en cuanto las personas afectadas, empiecen a darse cuenta. Cuando acudes a una feria, promoción no solo de productos autóctonos, sino de toda la microeconomía de esa villa, te das cuenta de que no puedes negociar el producto del que se va a hablar ese fin de semana, y que llenará no solo las arcas de los que exponen, sino de todos los que tienen el «expositor» todos los días del año.
Y no puedes negociarlo, porque se reunen y de forma consensuada y monopolística, dedicen fijar un precio para el kg de ese producto. Esta fijación de precios, es con el beneplácito siempre de la alcaldía de turno. Existe un mito rústico en el entorno de venta de productos rurales, que hace creer que mantener unido a los productores, implica mantener unido al producto. Nada más erróneo, lo que no compras en la feria por carestía, lo compras en cualquier tienda o supermercado. Compite producto y productor, no nos equivoquemos.
Los precios globales y teledirigidos, tienden a fracasar por lo siguiente:
1- La competencia antes mencionada. El productor necesita sentir el mercadeo como eje de su negocio. El control previo del precio, burocratiza el negocio y hace que se conviertan en ojeadores, los posibles compradores.
2- La invitación de la administración a este consenso solo sirve para paralizar una venta dinámica. Los productores sienten la necesidad de que papa estado es el coordinador, y hoy por hoy, el único que coordina tu negocio, eres tú. Sería fundamental, que los políticos tuvieran este eje comercial, muy claro, y que no interviniesen.
3- Los precios de los productos autóctonos suben, y mucho( 1 kg de castañas-3,7 euros). Quién lo diría hace años cuando las cogías de cualquier carretera. ¿Todo sube? Si, pero la desviación que existe de producto del campo no es por el cambio climático. Es por la dificultad de crecer desde adentro, la estrangulación de precios de la distribución, y la falta de visión empresarial.
4- Subvenciones. Los gobiernos han dado subvenciones al campo sin tener un control total de las mismas, ni saber si el destinatario era la persona ideal. Haber buscado de forma individual posibilidades, hubiera implicado haberse quedado con los que realmente estaban dispuestos a apostar por el producto autóctono. ¿Lo fácil?, dar de forma global lo que debería haber sido individual.
5- Innovación: Los ayuntamientos y las CCAA, no dedican suficientes recursos a la innovación, para conducir la situación a niveles más sostenibles, y en los que los empresarios del campo, reciben de forma individual, la orientación y formación necesaria para vender productos competitivos.
6- Mercados locales que no generan producto competitivo. Puedes producir producto para una feria, pero tienen que tener economía de escala, y tienes que producir precios competitivos para poder acudir a cualquier escaparate y ser competitivo.
7- La necesidad: Este factor es el motor de procesos económicos locales. A falta de necesidad para desarrollar tareas en el campo, porque existen otros empleos para las personas que viven en él, se crea una caída de venta de los productos autóctonos que hace pensar a los que siguen con el negocio, que la unión les permitirá sobrevivir. Craxo error, el no permitir que el producto y su precio, sean los auténticos motores.
Juan Otero
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