No cabe duda. Es diícil encajar en un mercado como el nuestro, productos que ya comercializan otros países con un importante desarrollo en la sociedad. Cuando investigas pagos por el móvil, mis conversaciones terminan en empresas basadas en UK o USA. Aún teniendo representación en nuestro país, no estamos preparados para ello.

Cuando buscas de ecosistemas de las Apps, mi conversación termina en Londres, porque contadas con los dedos de una mano,  han desarrollado una App para más de 250 mercados con una gran solvencia. Cuando hablas de Sharing Economy para una App brillante, tus contactos te llevan a California.  Y así podría estar hasta terminar las 10 c0nferencias nacionales-internacionales que preparo.

Que conste que no es culpa de las empresas. Es culpa de nuestro mercado que es incapaz de ser franco con los consumidores. Basamos una gran parte de nuestra estrategia online en subvenciones y cursos que «anestesian» a una sociedad con poca capacidad para mover ese músculo tecnológico. La diferencia, es que el turismo es cíclico y la tecnología no. Mientras no hagamos lo posible para que las empresas líderes proyecten en nuestro páis lo mismo que en otros más avanzados, no conseguiremos: atraer capital de esas empresas.

Siempre decimos que el mercado turístico está difícil, pero hemos sido los únicos capaces de provocar la inapetencia del mismo. Seguimos ordenando a los empresarios como meros peones mientras los consumidores dictan las reglas. Esa conspiración que decimos sufrir, no existe, simplemente es fruto de nuestra incapacidad para definir el turismo como un proyecto de futuro, no algo vago cuyos números se arreglan en función del interés. Al final, ese interés, es el incremento que las empresas internacionales ven en nuestro mercado para optimizar sus productos, o sea, lo que diferencia cómo funciona y porqué aun para nosotros no son imprescindibles………..