Entre vísperas del III Think Tank que Turismo.as y Segittur organizan en Madrid sobre los dispositivos móviles, y el comercio, porque el turismo al fin y al cabo es comercio, me ronda una idea por la cabeza. Volver a USA es casi una obligación en breve, pero entender cómo la sociedad civil o sea cualquiera, puede cambiar un negocio, me resulta aún más difícil. En España estamos acostumbrados a los encargos: encargos de tartas, encargos de trajes, encargos de casas, pero no estamos acostumbrados a customizar. Cuando tienes una idea, pides que alguien te haga un traje a medida, pero eso es previo al encargo porque es posible que no tengas ni los ingredientes ni la posibilidad de hacerlo. ¿Lo hago o no?. ¿Hago el tornillo o también la tuerca?.

En este momento, los emprendedores proponemos opciones a las empresas que antes hacían churros. Churros, como irte a una agencia y empezar a disparar billetes, etc, etc.  Maldita comisión exigua la que les llevaba a pensar que ese era un camino glorioso. Trabajar a un límite tan cercano de internet, suponía estar jugando a la ruleta rusa. Y un día, se disparó, llegó Internet, los consumidores ya no iban a las agencias, y estas tenían problemas para mantener su estrategia. Ahora, customizar un viaje de algo que nunca hiciste, te supone realizar algo rápido, sin datos, y con poca seguridad de que al cliente le vaya a gustar. Seguimos siendo Españoles que hacemos la tuerca, pero no el tornillo……

La crisis no va a reducir el papel de las agencias, simplemente la sociedad civil tiene la posibilidad de colaborar a una mejor distribución del negocio turístico. La vida asociativa es muy importante pero saber en qué lugar está la conexión para esa vida asociativa, será bastante más complejo. Como comentaba en mi anterior escrito, existe una enconación en este área como el de Megaupload, y no podemos matar a quienes tanto tiempo han estado permitiendo el intercambio de culturas bien en un billete, o bien en un viaje completo a cambio de dinero. Es evidente que las agencias, han permitido que los Anonymous de turno, les boicotearan su negocio al más estilo anticapitalista, pero no estoy seguro de que ellas intercambiando archivos, digo productos durante tantos años entre consumidores que no tenían a internet como estrategia de futuro, les granjeara esa situación.

El intercambio de culturas siempre tiene un precio, incluso es terreno abonado para la pirateria. Es más, ahora exisitirán detractores tanto de Megaupload como de productos de turismo que exigen una mayor firmeza contra el Internet, ese intercambio de culturas cuyo precio está en manos de la sociedad civil, un debate cada vez más productivo y apasionante.

Ni lo todo gratis, ni lo todo muy caro. Si queremos que las agencias sobrevivan, tendrán que cobrar por los productos que la sociedad les demanda, y no por papeles impresos de billetes, un local en el centro de una ciudad, etc, etc. Es justo pagar por un producto sin descargarlo de internet gratis, teniendo en cuenta los derechos de autor de todos los implicados en el negocio turístico, pero no podemos exigirle a Internet que entregue las “armas” cuando es un simple carrier. La historia de Megaupload es una puerta abierta que se ha cerrado, pero cuidado porque hay muchas empresas y personas interesadas en volver a abrirla, las mismas que con el negocio del turismo y las que de forma dependiente, no customizan la estrategia y solo velan por el cobro de fees que ahora casi casi, todos nos descargamos desde casa……..