Lo tengo claro, el futuro del turismo pasa por los teenagers. Son capaces de sacrificar cualquier cosa, antes que viajar y no poder decidir en el viaje de una forma contundente. Aquellos acompañantes que éramos todos en la época estival, años ha, se han convertido en parte del proceso de compra de un producto turístico. Comentando con los hijos de unos clientes, me decían que en las Redes Sociales hablaban del destino, del lugar a visitar, de las excursiones a hacer. En fin del ROI de los empresarios turísticos….

Según The Guardian, los porcentajes de uso de dispositivos móviles son altísimos. Me fijo a diario en ellos, y al llegar a los alojamientos, empiezan a enviar mensajes a sus amigos y les comentan cómo es el lugar en el que van a pasar sus vacaciones. El destino ya no está solo en manos de unos padres en cierto modo pasivos y conservadores en la toma de decisiones e interacción con el mismo. Está en manos de jóvenes que se comunican contínuamente y que a su vez los recpectores informan a sus respectivos padres.

La adicción a la Red es como dice de The Guardian, un punto de independencia. Cuando llegan a los alojamientos de turismo, los gadgets y la información que transmiten es una forma de mantenerse no solo en contacto, sino de tener la posibilidad de DECIDIR. No les preocupan muchos intangibles que aún algunas CCAA tratar de vender como la clave del negocio, solo quieren que la PARTICIPACIÓN en la que ellos han tomado parte, se vea recompensada.