Ayer estaba en mi despacho, cuando me llama un cliente:

Hola, buenas tardes

Hola

Soy fulanito de tal, que tengo reserva en su casa para hoy. Salgo de Madrid a las 10. ¿A qué hora llegaré?

Pues, a una velocidad normal, 4 horas y media. Parando, en 5 horas estará en las casas.

Bueno, me parece que conduce Ud muy rápido. Deme su nombre y cómo llegar.

Mire, en ese tiempo se viene a una velocidad normal. Mi nombre es tal, y los datos de la casa….

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20:00 Horas. No estoy en el despacho por la tarde, y casualmente paso a esta hora y veo 6 mensajes.

Cliente: me cago en Ud. He llegado a las 7 y no le podido localizar. Esto es una verguenza… Los insultos suben de tono a un nivel poco habitual.

– Mire, la empresa mayorista debió darle nuestros 3 teléfonos, o en su defecto Ud debió preguntarlos. Estos teléfonos, llevan nueve años en nuestras webs.

– A mí eso me da igual, y voy a la Guardia Civil.

– Me parece muy bien. Vaya Ud a donde crea conveniente, pero deje de molestarme porque no le voy a alquilar la casa.

HOY: me llama la Guardia Civil por la denuncia, para comentarme que una persona que razonaba a duras penas, había pasado por el cuartel a «Felicitarnos la Navidad», pero que evidentemente cada empresa se reserva el Derecho de Admisión.

Resumen: Las empresas mayoristas, de viajes de incentivos, y cualquiera que tenga un target de cliente que no tenga ni idea de Internet, están obligados a facilitarles a sus clientes todos los datos de referencia del alojamiento que han contratado. Es evidente que esto no le hubiera pasado a un internauta, y aunque cada vez son menos las personas que utilizan otros soportes, debemos preparar al clientes para cualquier contratiempo. Si por nuestros alojamientos pasan casi 10.000 pax, esta  es la única con la que ha ocurrido algo reseñable por no haberle informado en origen.