Cinco de la tarde. Mi hija me pregunta sobre ir o no a un cumple. Yo le pregunto por dicha indecisión, y me dice que cree que su amiga, la que la invita, no la aprecia de verdad, y busca masa crítica solo para consolidar su liderazgo. Le pregunto: ¿Quieres realmente averiguar si es verdad lo que piensas?. Me mira, y me dice.. Vale. Vamos, arranca el messenger…

Al momento, sientes ese.tururu.. que hace que la ventanita te diga: stas ai?. Es el lenguaje que utilizan. A partir de este momento, empieza la extracción de la verdad. Traduzco la conversación literal:

Vas a mi cumple?

Depende( este era yo).

¿Depende de qué?

De si me aprecias como amiga. No estoy segura( este era yo)

Bueno…

¿Entonces para qué quieres que vaya?

Porque si somos más, lo pasaremos mejor..   Dejé el ordenador y le dije a mi hija. Ahí tienes la respuesta que te darán muchas veces. Las personas somos así, la competitividad y los intereses nos obligan a perder ese lado de la niñez en la que uno piensa que todo es amistad y disfrute. Es muy importante que los padres monitoricemos muchas de las conversaciones de nuestros hijos, porque además de enseñarles la realidad, evitaremos una ansiedad que no creo necesaria. Mi hija es en este momento una persona mucho más libre, mucho más feliz, y mucho más realista, porque no nos equivoquemos: muchas de las fustraciones y situaciones negativas de nuestra sociedad se empiezan a fraguar en el colegio.

Creo necesaria una nueva enseñanza sobre comportamientos por parte de los padres, y una nueva estrategia en los colegios sobre las redes sociales por parte del profesorado.