Es una situación que me gusta mantener con mis colaboradores, y es que los duelos sirven para conocer cuán preparada llevas tu herramienta y cómo la lleva tu contrario. En este caso fue muy simple: quedé con Miguel, hablamos largo rato y le reté al  reto de la venta, del mercadeo, del arma diferente todos los días, y que hace diferente a las personas y a los negocios que la manejan con certeza.

De espalda nos pusimos a caminar con la única posibilidad de matar comercialmente alcontrario. En mi bolso, un fantástico tríptico de las casas. Ël, con nada. Al disparar, yo llevaba una herramienta letal, que rápidamente demostró su poderío y el contrario se quedó a merced de la venta mostrada.

Esto, ocurre en los duelos diarios de turismo, en los cuales no llevamos herramientas en los momentos en los que las necesitamos. Nunca sabes en qué lugar puedes encontrar un duelo en el que el cliente quiere retarte a esa demostración de que tu producto es el mejor. En mi caso, siempre llevo merchandising suficiente para poder afrontar el reto con garantías. ¿Se hace esto en Turismo?…