No entiendo ni la una ni la otra, sino fuera porque significan exclusión social, o sea que si eres lo uno no puedes ser lo otro.  Friki empieza a ser entendida por muchas personas como palabra despectiva, y Guay parece ser todo lo contrario. Ambas palabras, forman parte de las tribus urbanas que se transforman en los colegios en auténticos estratos sociales que pueden marginar a quien no esté de acuerdo en aceptar ciertos liderazgos.

Hace tiempo que mi hija utiliza la red social Tuenti, y siempre le he inculcado la necesidad de mantener un orden y un respeto en este medio. Me ha demostrado que lo hace de forma correcta y se convierte en friki. Las incorrectas o incorrectos son guays, con padres analbatetos digitales, y con la “sapiencia” de pensar que educación tecnológica” equivale a comprar un ordenador. Esta es la sociedad que nos toca vivir: niños mucho más avanzados que sus padres.

Como le gustan las redes sociales, sube fotos, comenta, investiga cosas, y se molesta en ver que hacen otras personas más proactivas. Esto, lo traslada a ese Face to Face de las redes sociales todos los días. Las Guays, que no tienen creatividad, utilizan este canal para insultar, y destruir. Normal, la marginación de las Frikis hay que llevarla a cabo donde sea. Los insultos y la situación es tan grave, que monitorizo toda su actividad en Tuenti, y muchas amigas ni se enteran. Tras hablar con algunos padres esa misma noche, unos muestran su indignación, mientras otros ven normal lo que no ven que hacen sus hijos. Es más, no están ni en casa. En toda esa activida frenética de las guays contra la friki, se intercambian claves, se hacen pasar unas por otras, y claro al final terminan cayendo en su propia red.

Lloros, disgustos y la invitación por parte de las Guays a que no lleve a la Dirección del Colegio dicha receta de improperios. Ni caso: a primera hora de hoy, lo presenté a la Dirección. No daban crédito a lo que ocurrió, aunque sí me agradecieron mi colaboración en el control de lo que ocurre en las casas, se prolonga al colegio y muchos padres ni se enteran ni se quieren enterar.

Esto espero sea una anécdota de las redes sociales. Lo hemos pasado bastante mal, y las CCAA, deberían procurar una mayor proactividad en todos los colegios en esta materia, para que a su vez  muchos padres salieran de la ignorancia de confundir la convivencia online con la compra de un ordenador. De esta forma, ni habría frikis ni guays, habría personas formadas e informadas para una sociedad más respetuosa.