Ayer, en la playa de Ribadesella, hablaba con el propietario de un chiringuito sobre esta posibilidad. Me sorprende que aunque muchos crean que en la playa todo es sol, arena, y olas, cada vez somos más los que utilizamos gadgets para realizar tareas. Es más, yo sigo viajando con los mismos, ni más ni menos. Cuando en los pueblos, o en la ciudades, convences a empresarios amigos tuyos para que coloquen este utility en los mismos, porqué no puedes hacer lo mismo en un chiringuito en la playa.

Es más, no solo darías servicio a los playeros, sino, a los barcos, a la policia, a los socorristas y ese largo etc de personas que necesitan tener tecnología para llevar a cabo de forma más efectiva su trabajo en cualquier lugar de la playa, y se podrían desarrollar campañas de marketing de una forma muy efectiva y diferente con un target muy variado.

Es un producto estacional, pero cada vez más profesionalizado. Ya no es el chiringuito de hace 20 años, en donde tu padre te enviaba a recoger La Casera y los helados para después de comer. Ahora puedes alquilar productos, puedes comer muy bien, utilizas sus limpios WC, sus rampas para personas minusválidas, etc. O sea, lo mismo que en una casa u hotel rural. Mi pregunta es: ¿Porqué no trasladar todas las posibilidades de un bar de ciudad o de un negocio turístico que funcione todo el año, a este teatro de operaciones veraniego?

Quizás sería interesante para una empresa como FON, la posibilidad de acercar la tecnología a estos lugares, y que a través de la misma, se pudiesen desarrollar otras aplicaciones.