Hoy desayuné con un buen amigo, y no acabo de entender porqué queremos ser Pedro Picapiedra en el momento más exigente de nuestra historia. Lo importante es caer, levantarse, caer, levantarse y así sucesivamente…..pero nunca volver a las cavernas.

Para no ser Pedro, debemos buscar la innovación, y evitar la insolación que produce:

– Colas en la biblioteca pública cuyo máximo atractivo a esas horas, es leer la prensa regional. Esto tiene varios indicadores: ni el trabajo se busca ya en la prensa papel, ni la innovación está en leerse 54 páginas a una hora en la que el canal online te las lanza actualizadas a lo largo del día. Enseñemos a las personas a centrarse en los factores de influencia incluso en espacios públicos.

– E-books capados que no permiten poder organizar tus necesidades diarias. Quizás me guste leer el Quijote, pero no estoy seguro de que mi formación ni mi futuro tengan mucho que ver con él. Dejemos que la gente forme conexiones mentales pensando en libros de máxima actualidad y termine en conexiones sociales en esos espacios públicos.

– No poner cara a lo que hace cada persona. Los espacios son para buscar puntos en común y desarrollar nuevas actividades. Cuando a alquien no le gusta un libro, lo entrega y punto. Cuando alguien no le gusta lo que dices en una red social, automáticamente podemos corregirlo. Es evidente que no vas a escribir un libro con ello, pero podrás al menos crear un diálogo más allá de la relación social.

– Poder  asegurarnos la «programación de mensajes» mediante la entrega de prensa cada día en estos espacios públicos, pero no podemos hacer un gráfico social más allá del cierre de la biblioteca y cuando menos, pocos funcionarios vayan más allá de tener ese mapa en la retina unas horas, algo que Internet sí te lo permite.

– No conocer los nuevos hotspots sociales, que te permiten cambiar de rutina y con ello cambiar a los que viven en esa rutina…..

Que chulo era aquello de Vilmaaaaaa…………..:-)