Los gobiernos tienen la obligación de  preparar a los Alcaldes de las villas Españolas.  Ser Alcalde, no es tomarte sidras en cada sidreria o dar pésames en cada entierro. Es tratar de buscar nuevas necesidades para la sociedad civil que diriges. Las Instituciones Asturianas que tanto se prodigan en «vender» sociedad tecnológica, deben contar con los Alcaldes Asturianos entre sus clientes. Deben obligarles a acudir a cursos que impliquen avances en en seguridad, en venta del concejo, y sobre todos en conexión con sus conciudadanos.

Entender a la sociedad del futuro, no es sacarte fotos ante un iglú de una TDT que falla en sus emisiones día sí y día también.  Es apoyar a las personas que tienen negocios y que quieren vincularlos con las nuevas tecnologías. En un lado está la burocracia  y en el otro la operatividad.  En un lado sus conciudadanos y en otro la primitiva forma de vender y entender un concejo.

Cuando un humilde taxista es asesinado en una villa en la que nací hace muchos años, Ud, y otros Alcaldes, deben preocuparse si no sería necesario que a través de Twitter por ejemplo,  pudieran decirnos con quién viajan y qué ven en ese viaje. El Delegado del Gobierno está obligado a conocer estas nuevas tecnologías, y a buscar la forma en la que los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado puedan usarlas  y detectar qué señales pueden alertarles en un momento determinado.

Las Instituciones, cometen un  grave error al  pensar que la tecnología cuesta dinero. Siempre que acudo a reuniones de innovación de entes gubernamentales me encuentro con una opinión generalizada de que la tecnología cuesta dinero. Pues no, no cuesta dinero, cuesta información, y los responsables de los Ayuntamientos Asturianos  deben tener la obligación de formarse en estas nuevas herramientas  y hacer copartícipes a los ciudadanos que representan.

Sres Alcaldes, los tiempos de sidra y pésames han pasado a la historia. Dedíquense a formarse en las nuevas herramientas tecnológicas y ayuden a sus pueblos a evitar situaciones como las que estamos padeciendo.