Me llama la atención que la mayoría de las personas que estudian turismo o terminaron turismo, no saben nada de Historia. Todos quieren ser directores de hoteles, y en menor caso emprender. Cómo pueden hacerlo si la historia está llena de fracasos contínuos y de crisis.  The Economist, habla de la necesidad de que las escuelas de negocios empiecen a enseñar historia, para forjar a los empresarios del futuro, y es que los dientes de sierra de nuestra economía  hacen obligado el estudio de lo que acontenció años ha.

Ahora todos hablamos de ingeniería  financiera, y la astucia sigue siendo uno de los valores más importantes para llevar a cabo un negocio. Así fue en la historia. Si Andrew Lo del Mit Sloan School of Management dice que en Física, tres leyes explican el 99 % de la conducta y en economía, el 99% de las leyes no explican ni el 3% de la conducta. Visto esto, ¿no urge que tanto en la universidades de turismo, como en las Instituciones,  como en las empresas de turismo, se enseñe historia a las personas que trabajan en el sector?. Siempre he comentado la necesidad de estudiar la conducta del ser humano para prever decisiones, y sin la historia es imposible. Así ocurre en turismo.

Es cierto que los empleados en turismo a veces, están necesitados de morder la mano que les da de comer, pero no es menos cierto que la historia no les ha enseñado muchas cosas de los procesos económicos. Como dice The Economist, es hora de que las empresas y las universidades empiecen a crear espacios para que los empleados que quierar morder esa mano, la muerdan. Cuando estudié en una escuela de negocios, siempre estudié mi caso, y convencí a varios profesores de que no tenía porque estudiar casos de éxito, sino el mío propio que había trabajado a lo largo de mi vida.

Los empresarios de turismo  deben dejar que sus empleados expongan su caso, y estos deben estudiar cómo fue la historia de la empresa. Estoy seguro de que muy pocos de estos empleados se ha preguntado alguna vez cómo es la empresa en la que está, y cómo ha llegado hasta nuestros días. Se impone el estudio de casos personales y el análisis histórico de todo lo que se circuscribe a ese caso. Los grandes casos ya no son de gran interés en un mundo en el que los cambios canibalizan cada momento histórico día a día.