Siempre lo he tenido claro. Puedes estudiar muchas carreras pero puedes no tener creatividad para ponerlas en marcha. Siempre existe un componente familiar en la elección, y siempre existe un error en la misma. Me gustaría ver dos ejemplos: 1- Turismo: si estudias turismo, cuál es el objetivo que persigues. Turismo es algo difícil de evaluar, algo difícil de parametrizar, y algo difícil de enseñar. ¿Lo estudias porque te han dicho que tiene futuro, porque pretendes dirigir un Hilton o porque pretendes crear empresa turística?. La mayoría adolecen del conocimiento de su futuro y quieren emprender a través de una carrera. 2- Arquitectura: Se estudia porque te gusta crear cosas, pero sino tienes creatividad, te costará pasar de algunos proyectos. Además, una gran parte considera sus títulos un upgrade en el trato diario de quienes los contratan, que son ni más ni menos, quienes les dan proyectos y les pagan. He conocido a arquitectos sin gusto, y a diseñadores con un gusto extraordinarios.
En el polo opuesto, todas las personas que sin tener títulos, hacen que un proyecto turístico, tenga cara y ojos: diseñadores, canteros, jardineros, electricistas, y ese largo etc de profesionales que posibilitan el alquiler, el conocimiento de la ubicación, y la estrategia que el propietario, puede proyectar en el futuro. Siempre se nos invita a estudiar y no a emprender. Es como una deuda familiar en la que no puedes ir en contra de lo que tus padres han estudiado. Es como un riesgo que nadie te ayuda a asumir. Te gustan las cosas relacionadas con el turismo, pero mejor desde la Universidad. Te gusta construir, pero mejor desde la universidad.
Si revisas un alojamiento turístico, quizás haya menos Universidad en todo lo que ha influido en su puesta en marcha, que al contrario. Eso, solo demuestra que la creatividad es más importante que la doctrina. Eso, solo demuestra, que son más los emprendedores sin estudios que influyen en el proyecto que los que no. Cuando veo cualquiera de nuestros alojamientos, hay un 90/10, o sea el 90% del desarrollo del proyecto, lo han hecho personas sin títulos. El otro 10%, personas con títulos. Del 90 primero, depende en grandísima medida el futuro del proyecto. El 10% restante, podría cambiarlo 50 veces, y seguiría igual. Tú eliges...
Juan Otero
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3 Comentarios
Estamos de acuerdo. No sé cual es la razón, pero conozco unos cuantos que no hemos terminado la carrera y sin embargo, ahí estamos como emprendedores desde que tenemos uso de razón. Pero, sin embargo, muchas veces hecho de menos el no haber atendido aquella clase de Teoría Económica o la de Microeconomia o no estar en las de Marketing. Muchas veces, a la hora de tomar decisiones no quieres que nadie interprete los datos por tí.
Cuanto más técnicos y preparados estemos, más prudentes y lentos seremos.
Si hoy hacemos un PLAN DE NEGOCIOS, evaluando mercados, factibilidad de negocios, rentabilidad, retorno de la inversión, flujos de cajas y proyecciones, lo más probable es que si nos guiamos por los libros de marketing y de economía, no hagamos absolutamente nada.
Hay empresarios exitosos que jamás evaluaron consecuencias y sólo tuvieron por norte tres axiomas:
– Constancia
– Tiempo y
– Mucho trabajo.
La sabiduria no implica el éxito, pero ayuda mucho. Se pueden acortar los tiempos. La clave muchas veces está en «Estar en el momento preciso, haciendo lo que te gusta y con las personas indicadas». Un poco de suerte también ayuda.
Estudié administración de empresas, hice un master en planificación financiera en EEUU, soy analista de crédito, soy diplomado en matematicas financieras, trabajé en la banca internacional y hoy, a pesar de estar en la industria del automovil, lo que realmente me llena es la escritura y la poesía, no obstante, esa actividad no me da dinero. Lo malo es que nos damos cuenta tarde, cuando tenemos un plan de vida, familiar y de mantenimiento de costes que no puede aparcarse.
La clave está en tratar de ser el mejor en lo que hacemos. Maximizar esfuerzos, crear, desarrollar y sobre todo agrandar esa ventaja competitiva que otros no lo ven o no lo saben hacer. Eso es lo que nos diferenciará para triunfar, al menos económicamente. El saber no ocupa lugar, no es determinante, pero ayuda. Autentico éxito es por ejemplo el de David Beckan, que lo único que le gustaba era jugar football, disfruta de lo que hace, es bien parecido y el marketing funcionó a la perfección. Probablemente hubiese sido un mal arquitecto, un pésimo abogado o mas hotelero.
¿El éxito es tan relativo como comparar el Precio de algo con su VALOR.
ANGEL MARCOS MORÁN
@Eugenio Si, yo también conozco muchos casos, y en su mayoría empresarios de éxito.
@Angel Quizás tanto análisis lleva a la paráisis, y eso es un poco lo universitariamente enseñable.
saludos
Juan