Hace no mucho tiempo que conocí a Seyla.Sería por el año 2003-04.Coincidí en un curso de la EOI con ella, y pronto me dí cuenta de que sería difícil trabar amistad.Esa dificultad le viene dada porque su forma de ver los negocios y el turismo rural en concreto le han dejado huella en los ultimos años, no como la de los dinosaurios, pero huella.Tiene un hotel fantástico siempre gestionado desde la profesionalidad, en un lugar muy atractivo.Cuando entras en él , la quietud te invade de tal forma que más bien tiene pinta de residencia antiestrés. Al poco de estar allí, Seyla ya está informándote de todo lo que requieras, incluso podría llegar a preparte la cena: todo depende de lo que hayas comido ese día.Siempre está involucrada en todos los temas de turismo, participa activamente y siempre te da un sentido práctico de las cosas.Y es que cuando uno empieza en esto, la practicidad es un buen antídoto contra la mala gestión que ofrece el tiempo perdido. En mi caso, siempre que la llamo para consultarle algo,esta ahí, casi casi, como un 24 horas pero gratis.Seyla tiene dos días:uno fantástico en el cual es encantadora y otro estresante en el cual no debes preguntarle cosas.Ese es el secreto de ella, que no siempre es igual, porque los turistas somos de esa forma. Hay días donde solo quieres que te den la llave y a correr , porque no estás para interrogatorios, y cuando manejas estos tiempos las cosas funcionan mejor.Siempre he apreciado mucho su buen hacer, y estoy seguro que lo seguiré apreciando, porque no hay muchos profesionales de su calado, máxime en un sector tan atomizado. Desde aquí , quiero invitaros a ver su magnífico hotel y  el palpar su buena gestión en el ámbito del turismo.

Saludos Cordiales

Juan Otero