Siempre he pensado en nuestros complejos dentro de esta categoría de turismo, en relación con todo lo concerniente al mundo hotelero. Y la verdad, aun no se porqué. En España existen muchas pymes y bastantes medianas y grandes empresas. Todas ellas, celebran muchas convenciones en muchos lugares de España, y todas se vuelcan en hoteles de alto standing, con poca ocupación en estas fechas y alejados de las zonas urbanas, porque estos evidentemente son más caros.

Para que un grupo determinado de una empresa vea atractivo que un mayorista lo ofrezca a una empresa, son fundamentales varias cosas:

1: Cercanía de los miembros: Es muy importante que se está en un núcleo determinado, y con un transporte rápido de todos los miembros a una determinada sala en el pueblo.

2: Precio: Es fundamental para el mayorista que tenga un precio atractivo.

3: Diferenciación: Qué cosas pueden hacer los trabajadores de esa convención, que no puedan hacer en un hotel. El núcleo rural gana por goleada, y si los alcaldes de este país, lo estudiaran en detalle con las organizaciones locales, no se imaginan la cantidad de ingresos que podría reportarles este turismo, que mueve muchísimo dinero al año.

4: Tecnología: Rural sí, pero wifi también. Siempre he defendido este enclave y es fundamental. Cuando alguien elige turismo rural, elige descanso. Cuando alguien elige descanso, elige también sus gadgets que para muchos son fundamentales en ese «descanso». Hay que tener en cuenta que las empresas hacen uso de la tecnología para preparar todo lo que quieren enseñar a sus empleados.

5: Comunicaciones: Muchos miembros se desplazan en avión, con lo cual, las infraestructuras aéreas y terrestres, son vitales para el desarrollo de dicha empresa.

Son las cinco variables que más influyen en poder «robar» al hotel, sus inquilinos más preciados durante la época de desestacionalización. Evidentemente, queda mucho por hacer. Los Alcaldes deberán fomentar este espíritu macroempresarial entre las empresas de turismo rural para que se nos venda como ese destino, y estas deberían empezar a abrir los ojos sobre la atracción de las empresas a sus espacios para realizar las reuniones anuales. Evidentemente, no se trata solo de una visita, sino de la cantidad de visitas familiares que puede hacer cada miembro de esa empresa con su familia a esta u otra región en época de vacaciones.

Es cuestión de mentalidad. Muchos piensan que lo que hizo Arquímedes era ciencia ficción, y hay muchas posibilidades de levantar esa piedra y pivotar sobre ella una experiencia importante para el desarrollo de las áreas rurales. Vincular o linkear rural y urbano, pasa por este desarrollo y no vale pensar en la ubicación como lo interesante. La ubicación del hotel es importante, pero no es menos lo que ofrece el turismo rural, sabiendo venderlo, y es que eso es lo que hace el mundo hotelero hasta ahora: demostrar que son capaces de venderse mucho mejor porque su fuerza está en la ubicación.

 Demostrémosles que nuestras experiencias son mucho más poderosas que un lugar en concreto, pero sin complejos. Y lo digo desde la experiencia de conocer a varios mayoristas que no tendrían problemas en estudiar la oferta de turismo rural. Es más, algunos ya lo están vendiendo a empresas. Es hora de quitarse los complejos y colocarse el traje de guerra profesional……..