Del anterior post, se desprende algo realmente importante: los consumidores no van a las redes sociales a buscar el producto. El producto y la toma de decisiones sobre su compra, lo hacen mayoritariamente a través de un buscador.

En estos momentos, el empuje tan variopinto de las compras del producto turístico a las redes sociales, termina convirtiendo esa compra o al menos el interés, en un comportamiento difícil e inusual para los consumidores. Es más, resulta hipócrita pensar que en turismo, las personas de una red social son tan fieles que no cambiarían por otra. Nada más allá, cada vez les interesan menos los «chismorreos y el ruido» y para lo que duermen con sus proveedores, les sobra la mitad del colchón……

Ese empuje tan viral hacia las redes sociales de una marca, te lleva a cambiar de opinión, dudar de la elección y ser menos fiel a la marca……

Todo lo primero, ocurre porque el consumidor no está preparado para discernir de la cantidad de información que hay en las redes sociales, y debe aprender a ser efectivo, y por otro lado,  las guías de compra hacia esa decisión tienen cuando menos «nubarrones»….Con todo ello, el impacto de la decisión de compra de un producto turístico, es mucho más importante que todas las estrategias de marketing llevadas a cabo para vender el mismo. Si dejamos diluir o estructuramos mejor los mensajes, es seguro que la lealtad al producto turístico mejorará.

Debemos empezar a proveer para los consumidores y no a preveer. Debemos ayudarles a comparar y a filtrar. Olvídate en turismo de los compromisos y se sencillo ¿o acaso no te dicen nada las secuencias de mi post anterior?