Un fin de semana diferente. Los que siempre huimos de la ciudad los fines de semana, tenemos una dificultad importante: pensar que eres operativo esos dos días de asueto cuando la mente no está ubicada. Es como las baldosas, las rampas, todas esas cosas que uno sabe que existen en las ciudades pero que nunca se fija en ellas. Hasta que alguien te dice: ¿Te imaginas que algún día tuvieras que usar estas nuevas adaptaciones que los ayuntamientos hacen en las ciudades?

Eso fue lo que Miguel Nonay y sus compañeros excepcionales de viaje, nos demostraron. Durante tres días y recorriendo una ciudad, te das cuenta de las innumerables cosas que pasan desapercibidas en tu día a día haciendo los recorridos habituales. Hemos vivido en Oviedo a través de la visita a la ciudad, experiencias que nos han llevado más allá de la accesibilidad, quizás a la sensibilidad, no solo hacia personas con disfunciones, sino hacia la forma en que es posible que blogguers de distintas áreas, puedan entender las relaciones humanas.

He vivido un proyecto muy diferente y al que le deseo el mayor de los éxitos. He compartido varias días con gente excepcional. He aprendido muchas cosas que no sabía, lo cual no tiene precio, pero sobre todo de #oviedotrip12 he sacado una conclusión: hemos estado mejorando la amistad, algo que cada día es más inaccesible y menos inclusivo en la sociedad en la que vivimos.

Aunque Ana, a quien le tomo prestada la foto, ya lo ha hecho, no puedo cuando menos que reiterarme en la palabra GRACIAS. A todos y a cada una de las personas que han hecho posible este proyecto, Eugenio Corpas, José Ramón Pando, Jorge, Natalia, Roberto, Maribel, Haritz , Luis,  Inma, Rebeca, Marina, Rafa y como no, Miguel Nonay quien tiene un motor y una ilusión capaz de mover incluso los terrenos más complicados. Ha sido un placer accesible porque así lo quisisteis vosotros. Hasta pronto!!.