Cuando pongo en una balanza la estrategia de mi ciudad en cuanto a posibilidad de uso, valoro dos apuestas: 1- La gestión que se hace de los servicios municipales, y 2-  La vinculación a la proactividad de los jóvenes en la misma. La primera, porque es una obligación y redunda en una gran parte en un turismo de calidad y comprometido al ser parte de los ciudadanos de la misma. La segunda, porque no hay futuro en ninguna ciudad que no pase por una gestión del talento emprendedor de los jóvenes.

Oviedo, es una ciudad pequeña pero muy acogedora en la que el primer término funciona muy bien. Es una ciudad vendible en cualquier lugar del mundo. En esa venta, hay una parte que muchas ciudades han dejado de lado, y que cada vez empieza a ser más importante: la accesibilidad. Personas con distintas discapacidades empiezan a considerar de forma social en internet qué lugares son interesantes para visitar y cuales no. No se trata de apuestas en momentos de crisis, que también dicho sea de paso, es un target a tener en cuenta, sino de conciencia sobre lo que puede ser útil para cualquiera de nosotros en algún momento de la vida, que ahora miramos desde el «atril».

Miguel Nonay, ha establecido ese puente entre la necesidad y la obligación, entre el interés y la demanda, entre la igualdad y el talento. Porque este último, es el que une a un emprendedor con discapacidad a unos servicios municipales versátiles y adaptados a todos. Es un reparto equitativo de los impuestos y del interés, este último más importante si cabe.

Este fin de semana, en Oviedo, una fantástica ciudad en el Norte de España, varios blogguers utilizaremos sillas de ruedas para ponernos en ese lado difícil pero cada vez más conocido por la sociedad. Para ello, Viajeros sin límite, organiza junto al Ayuntamiento de Oviedo, una experiencia única que seguro nos ayudará a ver nuestros pasos diarios de una forma diferente…….