El auge  de eventos para emprendedores, la necesidad de crear una startup o la venta de Social Media como la parte más importante de un consejo de administración internacional, son algunos de los indicios que llevan a valorar este periodo como  el acercamiento a una segunda burbuja en Internet. Lo decía Javier Glez Soria, y no le falta razón.

Hace años, estudiábamos un Master para tener opciones más interesantes en el mercado laboral. Yo estudié el primero pensando en aplicarlo a mi negocio y en el cuarto que llevo, sigo pensando en aplicarlo a mi negocio en una evolución diferente. Ahora, estos MBA se van de las empresas para montar startups. Bancos Internacionales crean grupos de capital riesgo para financiar empresas que tienen un valor poco creible en el mercado( por mucho Skype que sea, ese precio es..Poned la palabra), inversores que no tienen ni idea de en dónde se meten, se dejan aconsejar de la existencia de una nueva situación, y empresarios que vemos Internet como la única( que no digo que no) salida a nuestros negocios.

Todo esto, hace realmente complicado que los sectores maduros de nuestra economía mejoren, porque todos querremos ser el propietario de una red social. Entenderlo no es difícil: nos han dicho que nuestro negocio pasa por las Redes Sociales, que pueden sesgar de forma definitiva la opinión de nuestros amigos con lo cual perderemos opciones de fidelización, y ser claves en la convivencia de nuestra «comunidad», esa en la que todos participamos.

En Turismo, todos queremos tener un blog, muchos amigos en Facebook, participar en todos los eventos posibles, cuenta en Twitter, y nos sentimos más preocupados porque una persona relevante nos siga en una red social que porque un cliente llame para reservar un alojamiento.

No me cabe la menor duda que entre bytes y bits, la competencia por nosotros mismos será terrible. Si esta competencia no tiene una base sólida, es más que probable que habremos hecho una segunda etapa ficticia en la Red de consecuencias impredecibles.