En un momento tecnológico y de innovación, voy a darme un paseo por mi vida hace años cuando también frecuentaba los bares y cafeterías de mi región. Es un tema social, que ha avanzado mucho lo de «tomar algo», y que de alguna forma, define los dos actores de la ubicación, ojo y de nuestra imagen turística. Me gustaría que en un curso rápido se analizarán estos temas, y se impusiera rigurosidad a los empresarios.
-Antes: ¿Buenos días, qué desea UD?
– Ahora: ¿Qué?( se supone que debo entender que se refiere a mí).
-Antes: Te preguntaban si podían coger las sillas de tu mesa.
-Ahora: Te las llevan y ni te preguntan( me pasó con una persona muy pero que muy conocida).
– Antes: Los camareros eran personas con buen carácter, satisfechos de su trabajo y preparados.
– Ahora: Lo que llega a una buena parte de la Hosteleria, pueden ser desde Conductores de Caterpillar hasta un sinfín de trabajos.
– Antes: Te limpiaban la mesa siempre.
– Ahora: Depende la suerte que tengas.
– Antes: Existía unanimidad de cobro de tarifas.
– Ahora: En un mismo radio, doscientas pelas de las de antes de más. Una propinilla..
– Antes:
-Ahora: HAY MAS. OS DEJO QUE CONTINUEIS VOSOTROS.……
Juan Otero
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4 Comentarios
Qué grandes verdades: nos hemos descapitalizado en materia de formación, atención al cliente, especialización.
El ‘todo vale mientras trabaje’ está estropeando nuestra imagen, y se confunde la alegría con el chascarrillo chusmoso.
Pues aquí en el levante a todo eso hay que añadir que si te entienden tienes suerte. No hace mucho mi hija pidió un polo en un gran complejo de turístico de Castellón y le dijeron que no tenían. Cuál fué nuestra sorpresa al levantarnos, en el toldo indicaba HELADERÍA !! claro está, no pedimos un helado, que el inmigrante te turno sí sabía lo que era…
La barrera lingüística en algunos casos puede provocar situaciones de lo más cómicas, aunque en estos casos creo que falta formación e información por parte del empleador; no sé, una plantilla con los nombres de los productos, o algo así 😀
Decididamente se ha producido una importante fractura en cuanto al «antes y el ahora» en materia de servicios turísticos.
Así, somos la CA con más nº de negocios en Q certificados, se han invertido impúdicas cantidades de euros en formación especializada, Europa ha regado de euros comarcas para la diversificación y capacitación en turismo, las asociaciones sectoriales se han conjurado por alcanzar la excelencia empresarial… Y aún no hemos sido capaces de articular la profesionalidad de l@s escanciadores de sidra (que malviven en condiciones laborales salvajes), no disponemos de un adecuado reconocimiento para guías e informadores turísticos (becarios o temporeros en la mayoría de casos) y se ha facilitado el acceso indiscriminado como empresarios turísticos a inversores inmobiliarios, funcionarios y constructores.
¿De qué nos extrañamos?