Siempre he tenido un gran respeto por los escaparatistas. No en vano, son las personas que nos introducen en las ubicaciones para comprar el producto que tanto nos ha gustando tras un cristal. El escaparatista lee lo que es moda o estación, para poder suscitar la compra de producto. Es alguien que está tocado no por el halo divino, pero sí por el conocimiento de que tras su trabajo, los ingresos de una tienda o de una región, pueden variar.

Si estoy en el Sur, me resultaría chocante que en la decoración de una oficina de turismo, estuviera colocado un paraguas o zonas con mucho verde. Si estoy en el Norte, el escaparate no debe ser ni un Sol, ni una sombrilla, ni una hamaca. Simplemente porque Asturias no tiene eso en una gran parte de su venta turística, y eso no motiva más ventas.

Personalmente creo, que los escaparatistas deben estar en sintonía con el producto y la región, para poder dar la imagen de que lo que el turista/viajero ve, es lo que realmente existe.