Hace tiempo que Miguel y Pedro, me comentaron su interés en que participara en su proyecto. Me reuní en Oviedo con ellos, me explicaron de qué se trataba y cuales eran los objetivos, y decidí estudiarlo. Solo el hecho de estudiarlo es importante para mí, porque a diario tengo encima de la mesa temas de turismo a los que no puedo dedicar tiempo. Poco a poco he ido conociendo lo que puede dar de si, y creo que será un  proyecto diferente. El portal en el que participo, tiene una visión importante, y no es otra que lograr la participación de todos los empresarios turísticos y del consumidor final, con el fin de que todos seamos los que decidamos como queremos ser.

Una gran parte de los portales, sean 2.0 o no, no tienen esta flexibilidad. No se trata de que solo el consumidor final pueda decidir, sino que yo en mis alojamientos rurales, pueda contratar el servicio que ofrece un hotel directamente desde mi ubicación, sin tener que llamar a un teléfono. Así, puedes llegar a conformar muchos servicios y nadie es competencia de nadie.

En mi análisis contínuo del sector, existen dos tipo de portales. O bien existe una rigidez que solo puede manejar la empresa o institución propietaria, con lo cual no existe bidireccional, o en el que no existe rigidez en la contratación, y existe bidireccional con el cosnumidor, pero falta la colaboración de todos los empresarios para vender el producto de todos. Ese es el siguiente paso en los portales, en los que la horizontalidad se pone de manifiesto no solo a nivel de usuario final, sino de todo el empresariado turístico.

Por muy activo que seas en un portal, nunca existirá la total participación mientras los empresarios turísticos no decidan utilizar la información y contratarla para sus clientes pero cambiando la ubicación. Eso es no pensar solo en tí, porque de tí solo no depende el futuro turístico. Una vez logrado esto, no solo mi CCAA, sino que cualquier país podrá poner en marcha una auténtica cadena de valor que reporte un futuro turístico  muy diferente al actual.