Llevo no más de un año escuchando al turista. Quizás la proximidad de mis alojamientos y la no verticalidad de una cadena hotelera o de cualquier negocio con más de un empleado, implica que puedo diagnosticar más rápido las demandas del cliente. En cualquier caso, si estuviera al mando de una cadena hotelera, me ocurriría casi igual que en mis casas rurales, porque tengo la percepción de que debo enseñar la ubicación, no venderla.

-Cuando llega un cliente, siempre le pregunto cómo ha conocido mis casas, y cúal es el proceso que le ha llevado a elegirlas. Es la única pregunta que le otorga(salvo el Banco evidentemente:)) a los negocios turísticos, la probabilidad de continuar en el tiempo.

-Cuando un cliente me dice que ha visto la costa de LLanes a través de Google Earth, y que sus vídeos han sido defintivos en la elección, me doy cuenta de la realidad del turista.

-Cuando un cliente me ha dicho que ha escuchado de mí en un Podcast, me doy cuenta de la realidad del turista.

-Cuando veo a clientes con MacBook air o Iphone en las casas, me doy cuenta de la realidad de turista.

-Cuando veo a clientes que me esperan sentaditos en la puerta, gracias a su GPS, y no me han llamado para nada( es algo a quitar en las encuestas de marca en las CCAA), me doy cuenta de la realidad del turista.

-Cuando un cliente me pregunta vía twitter, como Didaclee, que le recomiende sitios en Asturias, me doy cuenta de la realidad del turista.

La realidad del turista ha cambiado. Cuando hoy en Radio Contadero explicaba mi visión, decía que  no es otra que la de los clientes. Yo no he inventado nada, solo he escuchado a mis clientes contar una realidad distinta. Quizás estaba en el momento adecuado a la hora adecuada. Cuestión de suerte…

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