La videovigilancia, es el proceso que provoca la alteración del desarrollo normal de convivencia. Es necesario el control de los espacios, para conocer más a fondo lo que influye en un lugar. Si ese lugar es parte de tu rentabilidad, la situación se convierte en un máxima. Hoy, estaba con un buen amigo en uno de sus supermercados, en el que tiene instalado  un sistema de videovigilancia potente. En su mesa, el indicio de que alguien no quiso colaborar a su rentabilidad, y provocó a la cámara. A esta, como a todo lo tecnológico, le toca averiguar lo que ocurre en su parcela, pero que debe ser analizado por una persona.

La tecnología es un medio importante para llegar al fin que buscas, pero no es un fin en si mismo. Colocar cámaras de videovigilancia en un supermercado,  es un medio para localizar personas que no quieran pagar por los productos expuestos, pero no es la solución a las mermas que en él se producen.

Los costes de localización de la persona que roba, son altos porque la tecnología es cara, muy cara, y las cámaras son de muchos precios al igual que las televisiones que evitan que se pixele la imagen al acercarse. Y lo más importante: las personas que tienen que dejar de trabajar por visionar las imágenes que te llevan a conseguir el objetivo.

Me pasé una hora esperando el resultado de la simbiosis Tecnología-Análisis Humano, y llegué a la conclusión de que los costes humanos son muy caros, si la tecnología no es la adecuada. Es muy importante invertir en TIC tanto como para destinar poco tiempo al análisis humano, y en una buena parte de las situaciones que ocurren a diario, buscamos la información que se procesa, cuando deberíamos esperar que nos llegará perfectamente clasificada. A veces, el mundo en general me recuerda a mi BB, que paso todo el día mirándola esperando el correo deseado, cuando ella te informa de la recepción del mismo. ¿Esperamos siempre que las TIC nos traigan los servicios?, o ¿Necesitamos buscar una excusa para mantener nuestra conexión con la tecnología?.