Este es un pequeño homenaje al sofá.Me comenta un amigo que tiene un sillón antiguo, muy antiguo en sus casas rurales.Los clientes de dan un 10 a todo menos al sillón que lo aprueban a pesar de sus cuerpos doloridos.El sillón era de la familia, tendrá unos 100 años, eso si, con cirugias , liftings y demas familia ha quedado bastante majo.Los sillones son lugares donde uno descansa cuando llega del largo cansancio vacacional diario.Pueden estar bien decorados, mal, estar en buen estado,mal,en un hotel ,en una casa rural, en un apartamento, en tu casa, pero deben tener unas mínimas condiciones, porque sino no te apetecerá visitarlo, y acariciar su dulce tela. Los sillones a pesar de su condicion inerte , tienen vida, mucha vida y para tener más , es necesario mantenerlo en buen estado.Uno se sienta cuando está cansado y este cansancio debe ser de mutuo acuerdo, o sea entre el sillón y el que lo usa. Si no te entiendes con él, ocurre que terminarás discutiendo y yéndote a otro lugar porque él es quien primero llegó allí.Mi amigo me dice que ya lo va a jubilar y yo me pregunto, si tiene derecho a ello después de tantos años: ni dinero de la SS, ni viajes del Inserso,nada, al sofá le queda el contenedor como último lugar para reposar de su largo servicio.Esto tiene mucho que ver con la resistencia al cambio ,no solo en las personas sino también en las cosas que forman parte del entorno laboral de esas personas.Esta resistencia se debe a que empresarialmente ya conoce sustituto como ocurre en la mayoría de las empresas,y será joven , bien preparado pero sin la veteranía que te da la vida..Para mí, los sillones tienen una gran historia que contar, y si la contaran estoy seguro que su estancia en los alojamientos turistícos seriá vitalicia, porque él y solo él sabe lo duro que estar callado pudiendo hablar.

saludos

Juan Otero