El hielo marca la tendencia de la economía en los próximos tiempos. No es que esté enfriándose ni mucho menos. Es que las tendencias empiezan por el hielo entre otras cosas. Las copas tienen un precio quizás excesivo para un determinado público, y se empieza a notar un aumento de hielo para divertirte con tus amigos. En las fiestas en las que he estado últimamente, me ha llamado la atención que muchos pubs que ponen copas, también venden hielo.

La tendencia es a compartir recursos, para abaratar el producto. Muchas personas utilizan determinados servicios para así tener  acceso al producto. Si un bar que pone copas de noche, vende hielo, es porque parte de los que podrían ser sus clientes y no lo son, verán en la venta de este producto una forma de atraer solo una parte de lo que debería ser la venta total del mismo, y que incorpora toda su estructura social: música, ambiente, etc.

En turismo rural, y muchas cadenas hoteleras también lo hacen, empiezas a analizar formas de» vender hielo». Evidentemente, el compartir una casa, ya es permtir el acceso a muchas personas que  de forma independiente no habrían tenido esa posibilidad. Estamos ante un cambio de tendencias, y la necesidad de reorientar tu producto es importantísimo. En los años que llevo en este sector, nunca habíamos sentido la necesidad de ser no tan profesionales, sino de conocer al detalle lo que piensa cada cliente. Es una necesidad perentoria que te puede ayudar a consolidar no solo este producto, sino otras categorías paralelas.

Lo del hielo, es un símil, pero cuando un bar que basa su rentabilidad en vender ese producto, y algunos clientes compran solo parte de ese producto, es que algo se mueve. El Iceberg turístico empieza a resquebrajarse, y habrá que empezar a ver con cuantos pedacitos nos quedamos cada uno.