Hoy estuve invitado en el Jardín Botánico de Gijón, en el lanzamiento del último proyecto de la Empresa Eolo. Su presidente Rafael Prieto, sus hijos y una buena parte de la plantilla, estaban presentes en el acto. El presidente de la Fade y otros empresarios de varios sectores, daban luz y taquígrafos al encuentro. Eolo, es una empresa Asturiana, que exporta a 77 países, y que hoy presentaba a Isidro, a buen seguro una parte más de lo comentarios en merenderos y sidrerías de Asturias que  harán nuestros turistas en breve.

Hay varios Eolos en nuestra historia: Eolo como hijo de Elén, Eolo como hijo de Poseidón o Eolo como hijo de Hipotes. El Eolo que yo conozco, es un señor no solo de los vientos, sino de la empresa, un gentleman de los negocios. Es capaz de hablar de cualquier tema, sin dejar de visionar los negocios. Porque en su viento lleva una vena y es la vena de la venta. Es un misionero de las ventas, una persona capaz de cruzar el mundo solo para demostrar que lo puede hacer mejor que lo que ven sus ojos. Capaz de pensar que desde la nada al todo se llega soplando fuerte y en una misma dirección, vengan los vientos de donde vengan.

Asturias tiene en empresarios de este calibre todo un punto de referencia y los turistas tienen en empresarios como Rafael Prieto la posibilidad de ver como un producto no excesivamente evolutivo, evoluciona con lo que él llama Marketing guerrillero, desde un punto de vista lateral. Los americanos dicen Just do it, o sea, hazlo y no lo pienses. Rafael, no lo pensó, lo hizo y punto. Hizo la nada despreciable misión de creer que Asturias podía ser líder en esa categoría de producto, y lo consiguió. ¿El viento le soplaba a favor?. No lo creo. Más bien, tuvo que hizar las velas muchas veces porque Eolo no soplaba como pensaba. Eso sí, la tenacidad, el tesón y la valentía, es la madera de la que estaba hecha el barco que llevaba esas velas. Ojalá muchos empresarios asturianos creyeran en su proyecto tanto como Rafael Prieto lo hizo para surcar los océanos del desarrollo en los cinco continentes.