Ayer llegaba muy tarde como tantas otras veces, a , para mi el hotel donde mejor me tratan en la Coruña.Es un Nh , esta en un sitio privilegiado ,forma parte de los mejores hotels de Coruña y siempre a la hora que llegue me reciben con gran agrado.Ya se, ya se, los gallegos son amables y hospitalarios, pero en este caso es diferente.Cuando llego al Hotel estan Manolita e Isabel, ambas se preocupan de darme alojamiento y departimos unos minutos sobre mi vuelta a «casa» y digo entre comillas porque es mi casa de trabajo mientras estoy en tierras gallegas. Siempre hablamos sobre los hoteles , sobre quien vivimos en ellos, sobre el trato impersonal de estos bunkers de cemento.

Pues bien, yo en estos 15 metros cuadrados que me dan en recepcion, y que siempre suelen tener una gran deferencia conmigo, estoy encantado. Cuando abro la habitacion, me encuentro con una tarjeta del Director del Hotel y una cajita de bombones.Estos los guarde en mi maleta, y me puse a pensar porque a mi?, aunque no es la primera vez que lo hacen. Puedo ser un buen cliente?, les caigo bien?, me ven cara de cansado cuando llego?, es CRM?. No se , pueden ser muchas cosas, pero sobre todo detallistas. Eso es lo que los profesionales del turismo rural debemos aprender de estos bunkers : ser detallistas. Y esto no es hacer la pelota al primero que ves. Es estar al tanto de que los detalles mas pequeños son los que mas se ven.¿Por que no podemos hacer en turismo rural algo igual a nuestros clientes?. Soy Asturiano y entiendo que una botella de sidra suena maja pero sino esta fria no vale. No se,. debemos pensar en unos productos que no sean perecederos, que den buena imagen, y que sean capaces de hacer pensar al cliente que ya vamos camino de ser autenticos empresarios de la hosteleria.

Abrazos

Juan Otero

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