Como todos sabéis, formo parte de las personas que estamos tratando de fundar el club de los lions en Oviedo, el cual ya tiene quorum suficiente para ello. Hace ya dos años que otras personas que hoy forman parte del mismo, empezaron esta iniciativa. No voy a comentar porque lo hice anteriormente el valor de esta ONG, que no en vano ha quedado este año tercera en la candidatura al Premio Príncipe de Asturias a la Concordia, y al cual nos presentaremos el próximo año.

El Club viene siendo arropado por sus compañeros de Gijón de la mano de Luis Fernández, que como Director de orquesta, toca las partituras necesarias para coordinar los primeros pasos. Evidentemente, los primeros pasos en un grupo empresarial de tantas personas diferentes no es fácil. Durante las cenas hablamos de muchos temas y Gijón nos pone en antecedente de cuales han sido sus progresos. Esto está muy bien, porque ya tienes el camino andado.

Lo importante de este camino andado es la capacidad que tengamos en Oviedo para empezar a caminar por el nuestro, e ir, nunca mejor dicho, soltando ese bastón que nos une a nuestros compañeros. Siempre fui de la opinión de que tanto análisis lleva a la parálisis. Oviedo ha logrado un grupo muy interesante que puede hacer cosas muy interesantes por la región, y que complementará la labor en solitario hasta el momento, del proactivo club gijonés.

Tenemos muchos proyectos por delante, muchas personas que necesitan esos proyectos, y somos un grupo de personas capaces de lograrlos. Conviene empezar a pensar por donde se empieza y cuales son los objetivos a corto y medio plazo. Pero eso sí, empezar, empezar y empezar. Ha llegado el momento de empezar sin más preámbulos y empezar requiere repartirse tareas.

Pienso que el networking surge en poco tiempo, porque si esperas a conocer a otras personas mucho tiempo, puedes convertir esa relación en cansina, ya que las personas que conformamos el Club de Leones de Oviedo estamos interesados en empezar a trabajar y a desarrollar proyectos. No hay mejor convivencia que los proyectos.

Hasta ahora hemos sido monitorizados por Gijón, pero en la reunión de ayer se vió claro que debemos empezar a trabajar nosotros mismo, para cuanto primero unirnos a nuestros compañeros y hacer este grupo mucho más potente y mucho más global. Esperemos que en los próximos días vayamos macerando el proceso y dando paso a inciativas sólidas que tendrán un gran conocimiento por parte de las personas que más lo necesitan. Y es que ojo, la caridad bien entendida empieza por uno mismo.