El jueves, al tomar un vuelo de Madrid hacia Asturias, pude comprobar como aun seguimos haciendo caso omiso de las normas de seguridad. Una pasajera Española llevaba un cuchillo de dimensiones considerables. Supongo que querría pelar una manzana en horas de asueto, pero no entiendo estos comportamientos. Según una conferencia que hubo en Londres este verano sobre seguridad en aeropuertos y comportamiento, los Españoles somos los más indisciplinados de la unión Europea.

Esto me lo comentó uno de los jefes de seguridad de Madrid- Barajas hablando sobre este tema ya que me parece muy apropiado ya no para la seguridad, que se obvia, sino para la agilidad de los trámites en un aeropuerto que ya son de por si tediosos.

Cuando viajas tienes que tener claro lo que implica este desplazamiento por lugares que están fuertemente vigilidados y que imponen unas normas de seguridad. Y es que asombra, cuanto continúa pitando muchas veces el scanner, pasando bajo él con cantidad de cosas que no se puede, sin presentar el DNI o pasaporte y más  desacertados comportamientos.

Las medidas de un aeropuerto tienden a ser aun más duras, y debemos acostumbrarnos a ellas para evitar colapsos, situaciones tensas, y trabajo en exceso. Como turistas no debemos llamar la atención en este trámite hacia el destino original o elegido, porque nuestra misión está en el punto final, o sea en comprar, en divertirse, en descansar y en empaparnos de la cultura de la ciudad elegida. Todo ello es un buen hábito para el turista que deja el paso por un aeropuerto en segundo lugar. Es cuestión de Educación Turística.
Si no nos acostumbramos a esta situación, seguiremos como algunos: viendo el destino debajo de un scanner que se enciende, porque son incapaces de conocer las normas exigibles para disfrutar del «más allá«…… del Scanner  hablo y demostrar nuestra madurez turística.