Hoy leo en El Mundo dos noticias interesantes: 1-El blog más leído en el mundo es de una chica asiática, actora y directora de cine que se acerca a los 100 millones de visitantes. Me llama la atención, la vigilancia que el estado hace de todo lo que ocurre en la red donde existen nada más ni menos que 162 millones de cibernautas, algo que debemos tener muy en cuenta en nuestro país, y 2- La dificultad de Hillary Clinton cuando de micropoder se trata.

Digo Micropoder, porque Kevin Roberts habla de Sisomo, y la candidata demócrata a las elecciones USA, parece que puede perderlas en este cambio de interpretación de la vida diaria, llevada a la máxima expresión por You Tube. Hillary es buena oradora en los grandes mítines, pero se maneja con dificultad, cuando el que pregunta es el ciudadano de pie, o sea, cualquiera de nosotros. Hace un mes que lo comenté en una entrevista que se me hacía en LNE, el cambio que surgiría con varios elementos de la Web 2.0, como twitter en las elecciones USA. Hoy, podemos ver que los ciudadanos de forma independiente tenemos una gran valor para los resultados finales.

La televisión es selectiva, y solo permite que de forma dirigida se estudien los temas que más afectan a las personas. La Web 2.O, es popular, gratis y de una gran viralidad. El MK USA, nos saca muchos años, y tardaremos en ver a nuestros candidatos, salirse del espectro que manejan para ofrecer a los ciudadanos la posibilidad de opinar sobre sus vivencias diarias, en clave de éxito o fracaso para el interrogado.

Si You tube, es capaz de ser el juez de unas elecciones como las de USA, algo muy importante está cambiando en nuestra forma de concebir el futuro. ¿Por qué?: por la sencilla razón de que cualquier persona de forma independiente puede cambiar el curso de un acontecimiento. Aquí tardará más en llegar, pero llegará. Y llegará porque es el único camino para que la sociedad tenga una participación importante en temas que hasta ahora eran monitorizados por los participados.

La opinión de cualquier persona tiene un efecto positivo o negativo sobre un determinado negocio o acontecimiento. Esto nos obliga a ser cada vez más profesionales, y a buscar la profesionalidad en la opinión que los demás hacen de tu negocio o acontecimiento. Desligarte de ello, implica  no oir la voz popular que es al fin y al cabo, la que decide y la que vincula tu futuro al interés que tengas por los temas actuales.

Ojo, porque los que elevan a los altares a las personas, son las propias personas con sus clicks y lo que cambia no es el fin, sino el medio.