Hace un tiempo que ya no abro muchos mails, y casi los borro por inercia. El Correo electrónico y yo  tenemos un pacto visual, y es el que me permite controlar lo que otros quieren hacer sin pedirte permiso. Es cierto que me puedo equivocar, pero en el último análisis que he hecho la decisión que había tomado era correcta. Los empresarios turísticos  estamos muy enganchados a soltar el mail a cada portal, a cada vendedor de enlaces, a cada…. persona que sin un mínimo de escrúpulos termina colocándote en un lugar complicado, pensando que el Opio que tiene te hará ser y estar en los mejores lugares para que todos los que estamos aquí detrás, vayamos a tu negocio turístico.

Empresarios de Turismo: decidles a vuestros clientes lo que vais a hacer con los mails. Lo que para vosotros es una importante herramienta, para ellos puede convertirse en un martirio. De leer solo unos correos al día a estar saturados de algo que nunca pidieron y menos imaginaron, existe un abismo.  No envíeis boletines de cualquier cosas que se os ocurra. La gente espera siempre cosas interesantes de un proyecto interesante. Lo demás, se considera spam, maquetado pero spam. Escríbeles a tus clientes sobre el porqué de tu forma de realizar los mailing y no molestar a nadie.

Es una pena, pero el correo electrónico empieza a ser un canal que utilizo solo porque mis clientes lo hacen, aunque estoy seguro de que poco a poco, iré enseñándoles otros canales en los que nos conoceremos y viviremos de forma cordial durante todo el año.