Hoy tuve que decidir, y os puedo asegurar que no fué nada fácil. Cuando tienes que poner en una balanza, la decisión personal, a la de un equipo, alguien puede ver su cocido antes que el de los demás. Siempre me ha gustando más la estrategia que la táctica, y lo global a lo particular. Cuando quieres diseñar un futuro en turismo, debes ver lo macro para llegar a lo micro. Subirte a ese tren, no tiene ninguna dificultad, solo ser capaz de poder ceder parte de tus ingresos, por diseñar una estrategia de precios y de territorio correcta.

Alguien cede precios a cualquier precio, y la posibilidad de alquilar sin tener en cuenta ni la rentabilidad del negocio, ni la repercusión que puede causar en el sector. En una asociación, todos aportan y todos deben seguir unas directrices. Siempre he pensado que las asociaciones, deben ser centrales de compra, donde los socios aporten capital y trabajo, más allá de una cuota al mes, y donde la central negocia el mejor precio para todo, independiente del maping promocional existente en cada momento. Es más, dichas asociaciones, deberían además de hacer este calendario promocional, contar con la opinión de sus socios para diseñarlas, y ejecutarlas periódicamente.

Cuando digo tú decides, es eso, ni más ni menos. El futuro es personal e intransferible, pero ese eyeball que hay en tí, es capaz de marcar en el social media, una diferencia que puede ser definitiva. En Turismo, como en todas las áreas vinculadas a la tecnología, cada vez es mayor la diferencia entre el tecnólogo y el profano en la misma. Al final, tú decides, si estás capacitado para provocar ese cambio que será casa a casa, empresa a empresa, y para ambos, persona a persona. En un mundo tan global, decidir de forma personal, conlleva una gran solidaridad con todo lo que te rodea, y el ser mutante en este medio online, te permite estar en muchos lugares a la vez. En cada lugar, tú decides sobre el futuro de cualquier negocio online.