La información que compartimos en cada plataforma, nos da el derecho a pensar que dicha plataforma es de propiedad del  usuario. Hace unos días Facebook, como nos comenta la Associated Press, trataba de controlar la información, las fotos y los mensajes que circulaban en su red, y que ya es la más importante a nivel mundial. Está claro que en canales on line como Facebook, en los que colocamos una gran parte de nuestra privacidad, podemos terminar bajo el  uso indebido de  personas poco éticas, pero no es menos cierto que las decisiones de compartir información es ajeno a las decisiones que pueda tomar la compañia.

Si fabricas una herramienta en la que cualquier persona puede colocar sus datos y compartirlos, es más necesario la capacidad de cada usuario para valorar su información y trabajar en las políticas de la plataforma, tales como la privacidad, la propiedad y la distribución, con la finalidad de revisar, comentar y votar sobre ellos antes de que se publique el perfil.

El problema de las redes sociales, radica en la barrera que traspasamos los ciudadanos cuando entendemos que es una forma de comunicación que en ningún momento debemos considerar ajena a la economía de la propia empresas. Es evidente que cada vez  la economia de la información es más importante para las empresas online, y Facebook ha generado en poco tiempo una masa realmente interesante que a buen seguro utilizará para otros negocios no virtuales. Mientras tanto, el ciudadano debe darse cuenta de que es un mero espectador que a cambio de conocer y ser conocido, pone en cualquier lugar su información personal y profesional. Tú eliges…..