Hoy me tocó despedir a unos clientes en mis alojamientos: eran tres chicas de Madrid muy agradables. Cuando me despedía de ellas , además de la congoja que te supone marcharte a la urbe después de haber pasado unos días fantásticos en el campo, me decían que tenían una lista de tareas pendientes.Yo en principio pensé en su trabajo, pero no, me comentaron que eran tareas pendientes para visitar en otra ocasión,ya que la estancia se les había hecho corta. Que duda cabe que todos tenemos tareas pendientes en los veranos, y que a buen seguro necesitaríamos más tiempo para no tener que llevar una lista de ellas, porque al final de tu estancia, sientes que el poder cumplir los objetivos vacacionales te crea un cierto malestar. Uno de mis consejos es planificar muy bien el tiempo.Saber a donde quieres ir, a que hora, y por donde. Siempre procuro en la medida de lo posible hacer que la gestión del tiempo de mis clientes en sus vacaciones sea lo mas provechoso posible.Evidentemente , esto implica como dice el refrán, que rápido y bien no hay quien. Depende de la época , de las carreteras,de las fiestas, y alguna variable más, pero en general casi todos están muy satisfechos de la importancia de organizarles las visitas , sin tener que organizar su vida. Las tareas pendientes son inevitables, porque es muy difícil ver una región en 4 días, pero con una buena organización , te puedes volver de esas vacaciones con esa lista en un post it. De lo contrario, estas tareas las puedes escribir en un libro. La diferencia y me refiero a cualquier tipo de alojamiento , esta en la formación y el interes que tenga la persona en hacer la visita mas agradable, y enviar a casa al cliente con una pequeña lista de tareas.Lo demás, es carencia de profesionalidad, mercadeo por puro dinero,y aumento del estrés postvacacional en el turista, en el incuplimiento de sus objetivos.

saludos

Juan Otero

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