Es algo que cuesta inculcar. Si tú diseñas algo bonito, con buena imagen, y muy agradable a la vista, ¿porqué algunos proveedores te colocan pegotes de aire acondicionado, cuadros eléctricos realmente feos, cableado a tutiplen, y todas esas cosas que sirven para dar efecto interno a la casa, pero que colaboran en el efecto externo también.

El proveedor de obra, debe empezar a pensar que no es lo mismo realizar un hotel, o una casa rural, que una chabola que da igual de que forma quede rematada. El proveedor de obra de los productos arriba mencionados, debe sino tener gusto, preveer que posbilidades ofrece el mercado en cuanto al desarrollo que allí estéticamente se va a desarrollar. Eso de llegar, colocar y hasta luego, ya no funciona.

Esto que parece algo muy simple, es algo muy visual en muchas obras terminadas, y es quizás la gran asignatura pendiente de los proveedores en obra: el interés por ofrecer productos que no solo sirvan internamente, sino que colabore a mantener una sintonía con lo que allí se está fabricando. La cadena de valor de un alojamiento, no es solo la que funciona cuando abres la puerta, sino la que hace que esa puerta esté colocada, que la cerradura funcione y que el cliente pueda abrirla.

Ser proveedor en obra, es algo más que desarrollar el trabajo. Estoy seguro de que si muchos lo vieran en este sentido, se convertirían en proveedores muy demandados. Ojo, con el tema que viene, quizás haya más de uno que vean esto.