Hace ya un tiempo que Turyocio te ofrece entre sus regalos turismo rural. También Travel. Ambas son tarjetas de fidelización, o sea, un montón de puntos y en vez de coger… a ver, ¿la plancha, el tv?. No, Turismo rural. ¿Y porqué no?. Ahora según correo que recibo de Incatur, el Banco BBK premia a sus clientes con Turismo Rural. No es el único banco, otros ya lo están haciendo. En este caso, un banco del País Vasco, lo pone en marcha para que sus clientes puedan optar a este nuevo nicho de mercado, digo regalo.

Es importante que los empresarios de turismo rural, estén en este catálogo porque Asturias recibe un porcentaje alto de turistas del País Vasco, y es a su vez un cliente que conoce muy bien el sector de turismo rural. Nuestros precios les son interesantes y nuestra región les es más atractiva que su vecina Cantabria.

Lo que no acabo a entender es la rentabilidad que podemos obtener los empresarios al estar ahí. Sí, una propaganda y una venta de producto en publicidad a coste más bajo, pero no diferente a como puedes actuar con otros mayoristas del sector. No quiero pensar que sea un modelo en recesión por la diferencia con el modelo online, pero éste le gana cuota de mercado. Este es un mercado libre donde cada cual puede actuar a su manera, pero las tarjetas son un producto incómodo para llevar, más cuando la utilización de la misma se basa en acumulación de puntos.

Las personas que utilizamos la red, creemos que es mucho más inteligente poder actuar en este mismo sentido de forma online. Si una tarjeta se asocia a una entidad bancaria,y entra dentro de un programa determinado, ¿para qué narices tengo que llevarla conmigo para pasarla en el super en donde he comprado dos yogures?: Duplicidad de tareas. El turismo rural puede y debe entrar en programas de fidelización, pero debes poder recibir a diario de forma online tu status, tus objetivos, y los productos que puedes alcanzar en un breve periodo, e incluso motivarte para que los consigas. Y para llegar a un amplio sector de la sociedad, debe estar en un amplio abanico de posibilidades. Mientras esto no se transmita de otra forma, es un modelo que solo nos sirve como escaparate, y no como negocio, y en el cual no participarán muchas empresas, dejando poco atractivo este regalo, inservible el modelo, y quemado para futuras actuaciones.

Pensemos un poco: ¿Y quizás una tarjeta solo para turismo rural?….. Esto me gusta más.