Llevo un rato paseando, o mejor dicho surfeando por la Internet, y visitando varias páginas webs sobre Turismo Rural. Mi primera impresión es que no se cuida mucho el contenido, o los contenidos y mi segunda impresión es que tampoco se cuida en exceso el continente. El poder de atracción de una web en cualquier negocio es muy importante. En Turismo Rural es demoledora. No se trata de buenas fotos, de buena y correcta información, de actualización constante. Se trata del impacto que sufre el visitante al teclear la web.

La atracción de algo antes de poder tocarlo o vivirlo, es lo que la vista nos permite conocer. Si entramos en una web bien diseñada y con buenos contenidos, tenemos muchas más posibilidades de querer tocar o visitar dicho producto. Cuando algo que no conocemos nos atrae, se fundamenta en el interés visual que nos ha suscitado. Al contrario, una web con un diseño deteriorado, poco coherente y de difícil y lento acceso, supone un retroceso de tus visitas.

Existen profesionales capaces de sacar una rentabilidad importante a tus ideas, plasmándolas en el escaparate  que verán tus clientes. Cada uno en esta vida entiende de lo que entiende, y e n este diseño, el fotógrafo hará que tu negocio sea mucho más real, el gestor de contenidos, buscará que utilices los adecuados, el diseñador gráfico te vestirá y te colocará todos los complementos para que en esa gran noche de gala estés intratable. Claro está, luego te queda  potenciar el trabajo, o sea, mucho marketing on line y un uso interesante de todas las posibilidades que ofrece Internet.

El diseño web tiene un gran poder de atracción para tus futuribles clientes, y todas las CCAA deberían preocuparse no solo de que los propietarios de Alojamientos Rurales tengamos un nivel excelente de los mismos como ente físico, sino de que el ente virtual que es previo al físico, tuviese una buena tarjeta de presentación, porque no nos olvidemos de que antes de que un cliente elija un destino, suele ver las webs sobre el mismo. En este área si creo que se debería hacer un claro análisis de si lo que vendemos en nuestra web está en consonancia con la misma o ni lo uno ni lo otro. Debemos matizar que no existe turismo rural para todos, ni webs para todos. Existe un interés por la calidad en todos los sentidos, pero aún no he oido hablar de la calidad virtual. Creo que sería un buen momento para ver si antes de llegar al escaparate físico, somos capaces de ofrecer un escaparate virtual, porque de lo contrario no seremos capaces de atraer y  por supuesto vender.