Cuando leo sobre el stress vinculado a negocios de Turismo, siempre me llevan al mismo lugar: cadenas hoteleras que ofrecen tratamientos antistress o balnearios que por su ubicación e instalaciones predisponen a llevar de forma más digna, este mal de nuestros días.
Cuanto más indago en este área más cuenta me doy de lo que tiene de interior y lo que tiene de exterior, es decir, si tu tratamiento es realmente interesante mientras estás entre cuatro paredes y en un entorno adaptado a una visión tranquila y relajante, o si no te has parado a pensar , el porque de vivir en el campo durante un periodo con la única finalidad de comtemplar el lugar que es nuestro modo natural sin colorantes ni conservantes.
Llevo muchos años hablando con mis clientes, y siempre me dicen los mismo. Llevo años esperándolos a la llegada, y su nivel de estress no es comparable con la tranquilidad que experimentan a su vuelta. Llevo años preguntándome porque cuando alguien quiere descansar, termina comprando o alquilando una casa en un lugar que tenga aire no medido, ni espacios controlados. Llevo años pensando en si al final podremos hacer nuestras vacaciones desde un ordenador, durmiendo , comiendo , visitando y descansando todo lo inimaginable, si nuestra mente es capaz de descansar. Esto último es algo que estamos analizando y tiene mucho de futuro, triste pero así es.
No me creo que un viaje virtual, tenga nada que ver con un viaje real. No me creo que un tratamiento de los antes mencionados, y lo se por experiencia, tenga nada que ver con un paseo por el campo, la contemplación de la naturaleza, el despertar de todos lo sentidos que influyen en nuestro bienestar diario. No me gustaría, que la tecnología de la que soy un gran entusiasta, empezara a sumplantar nuestras vacaciones reales por las virtuales.
No digo con ello que las vacaciones en grandes estancias dedicadas a mejorar la situación anímica de las personas no colaboren a ello, pero por supuesto no es comparable a la vivencia in situ de una estancia en turismo rural: falta el contacto con lo auténtico, al igual que las videoconferencias no son lo mismo, porque falta ese contacto.
En los años que llevo en Turismo rural, me he dado cuenta que la naturaleza cura más de forma autónoma que los grandes proyectos hoteleros dedicados a este menester. Y cura porque no obliga, simplemente te permite interactuar con el medio, enseñándole cual es tu necesidad y dándole la posibilidad para que te guie en ese camino.
No conozco a nadie que después de una experiencia en medio rural, tenga la sensación de haber comprado unas vacaciones, que a la vuelta ya han olvidado. Tienen la persistencia de hacerte volver a tu estado natural, al lugar donde todos pasamos gran parte de nuestra infnacia, donde nadie te vende ningúna necesidad para tu vida, es tu propio contacto con el medio, el que te permite evaluar si quieres una apertura exterior natural y autonoma, o ficiticia y dirigida.
Quizás sería interesante que la comunidad científica tuviera en cuenta este medio, para tratamientos, y recuperación de situaciones desequilibradas por el stress, y es que la terapia está en el propio medio.
Juan Otero
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